
si intuyeras cuánto de El en tu interior,
no buscarías tanto fuera sino adentro;
allá, dónde las palabras se acallan,
dónde fuertes son los latidos del corazón,
dónde alguna vez ha reposado tu alma,
dónde tu ser halló el hueco de su seno,
allá, ahí, busca tu paz y el Amor.
En ti, una paloma blanca y libre,
en ti, un océano de riquezas,
todo, esperando a que tu forma le dieres,
todo, ansiando que para ti amanezca.
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