En Málaga, siete y diez de la mañana de cualquier día entre semana, suena la alarma del despertador. Procuro levantarme con la rapidez que me permite el cuerpo a esas horas, no mucha, para ser sincera; abro el grifo y ni una gota.
Ufff, empezamos bien muy temprano!; sacudo mis pensamientos, hay que ser positivos, a la cocina a preparar el café..., no puedo, no hay agua. Giro en mí noventa grados y ante mi vista, la solución, la garrafa de agua mineral de cinco litros!!. ¿¡Me llegará para todo!? hum...; bueno, siguiente recurso, toallitas húmedas. Las busco en el aseo y las encuentro, allí están, sonrío. Todo si se quiere, tiene arreglo.
Siete de la tarde, después de la típica jornada de trabajo más o menos agotadora o satisfactoria, llego a casa y, en la puerta del edificio, los operarios del ayuntamiento. Pregunto por lo ocurrido, avería en la cañería de entrada del agua al bloque.Tienen trabajo para un día, mañana terminan y, por fin, agua en nuestras casas. Me doy media vuelta, a comprar mínimo otra garrafa.
¡Qué día sin agua!, teniendo en cuenta que estoy fuera de mi hogar entre nueve a diez horas diarias, me considero una de las vecinas más afortunadas. No quiero ni pensar en una de las amas de casa: platos, lavadoras por poner, habitaciones que fregar, niños que asear...., me estoy agobiando!. Y vuelvo a sonreír, estoy mejor de lo que creo.
El agua, ¿un bien público, privado o íntimo?.
No en vano nuestro cuerpo contiene casi tres cuartas partes de este valioso líquido. ¡Cuánta necesidad de ella!, sólo cuándo falta somos plenamente conscientes. ¡A cuidarla que, hoy, ya tengo agua en casa!
¿Qué prefieres, que falte el agua o la luz? Nos acostumbramos a que siempre haya de todo, hasta que falta, y entonces vemos que no podemos vivir sin ello.
ResponderEliminarComo preferir...ninguna, a ser posible me quedo con las dos. Y, totalmente real, hasta que algo o alguien no falta, no lo valoramos en su medida.
ResponderEliminarAunque, pensando en un día o dos, si se diera el extremo y pudiera decidir, sin luz.
Porque tenemos por bastantes horas la natural y el agua, el agua en casa...
Un beso, Carmen, y gracias por comentar.