Idas y venidas, ¿sinrazón o locura?.

 

            Me fuí por un tiempo.

   La alondra tal vez calló su canto, los árboles no dejaban ver el bosque al completo, la lluvia empañó acaso sus ojos no dejando ver la luz tras sus lágrimas.  

   Me fuí, más volví a tiempo. 

   A tiempo de decir estoy aquí, aún latiendo, aún soñando y volando por inescrutables senderos. Caminos oscuros y luminosos, callados y silenciosos dónde el eco de las pisadas son el sonido del compás que acompaña, dónde el silbido sordo del viento acurruca al alma, dónde no hay sonidos, sino silencios al alba. 

   Me fuí y, ahora quedo, absorta y muda. 

   Callad, pido perdón en mi locura y vuelvo. Heme aquí desnuda, al arbitrio del gran público, tan grande como desconocido. Miro, miro la luna y, al fin, al fin y al cabo, sonrío. 

   Me fui y ahora he vuelto.