No seré yo la que me encumbre como cofrade o semana santera. Ni una cosa ni otra soy. Más bien siempre que puedo, el tiempo y las circunstancias me lo permitan, huyo de las ciudades en esta época, prefiero actividades de otro tipo. No ocurre lo mismo con parte de mi entorno y familia, quiénes no sólo gozan de esta semana al año, sino que son partícipes directos de ella. Mi hermano y sobrinas, cofrades de la Virgen de los Dolores, el primero en su junta directiva.
Por ello, escribo este post, porque mi sobrina ha enlazado un vídeo que realmente me ha gustado y ha removido en mucho los cimientos de mi sensibilidad. Y es que tampoco seré yo, la que niegue la indudable riqueza artística y belleza estética de esta celebración, dicen religiosa, sin duda, lo es y, a la postre, expresión cultural de todo un pueblo. ¡Qué esculturas, vírgenes y cristos, tan grandiosas!, ¡esos costaleros y hermanacos, unidos por un día al año y todo el resto para la llegada de este momento!, ¡las bandas de música sirviendo de plañideras musicales que marcan el son de los pasos, pausado, lento, más rápido!..., y en su caminar, silencio, silencio roto por el grito ronco y hondo de un ¡guapa, guapa!, ¡guapo, guapo!.... Impresionante, como la piel erizada de mi cuerpo al ver este vídeo.
Hace ya tiempo que no presencio la Semana Santa de Antequera, el tan típico correr la Vega de mi adolescencia y juventud primera. Acaso, sea una reminiscencia de su grato recuerdo, acaso, no esto y vete tu a saber el qué, la cuestión es que la aplaudo porque es inenarrable y bella. Miradla, jueves santo realizado por Adrián Sarmiento.
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