Vacaciones de verano.

   Comienzo esta semana mis vacaciones. Y digo, bien, al especificar de verano. Es habitual pensar que verano y vacaciones van en igualdad. Siendo honestos es así casi siempre o, al menos, una gran parte de ellas. No obstante, también las hay en otras épocas del año. Personalmente, me encanta un bloque entre finales de invierno y principio de primavera. Las disfruto muchísimo con otra clase de actividades y sin tantas aglomeraciones.  

   Pero a lo que iba en este post, estamos en pleno julio y ya prácticamente agosto. Tengo todo el mes y mañana me vienen unas amigas. Recuerdo que vivo en una ciudad con playa y buen tiempo, Málaga. Con unos alrededores y provincia envidiables, multitud de personas la eligen para sus vacaciones y yo vivo en ella. Consecuencia, visitas. Me encanta, no lo voy a negar, al contrario, me divierte recibir a los amigos. Son de Bilbao, las mismas mencionadas en el post de 'Recuerdos de Triana, Casa Anselma', seguro repetiremos. 

   Este año las necesito si cabe más que otros. Llevaba ya dos meses de baja y quiero cambiar la rutina del día a día. Se acabó el descanso ocioso y ahora a moverse. Habrá sol en las cálidas aguas del Mediterráneo, feria y excursiones. Espero todo sazonado con buen ambiente y aventura. Deparará, sin duda, algunas sorpresas. Ruptura al fin de la monotonía.