Maravillosos 16, Palenciana.
No todo tiempo pasado fue mejor, no seré yo la que haga tal afirmación; por otra parte, tan relativa y fugaz como lo que apela, el tiempo. No obstante, qué maravilloso el recuerdo de aquellos años. No, ellos en sí, que tuvieron sus amargos como gratos momentos, sino su recuerdo. Entre otras cuestiones porque los vivimos y aún podemos contarlos, es decir, vivimos. Continuamos caminando en la vida, decidiendo y ejecutando nuestro propio presente y futuro. Y lo más sorprendente e, incluso, gratificante es topar con una foto, espejo que nos devuelve a instantes que, entre otros, nos trajeron en volandas sin apenas ser conscientes a estos actuales.
Años en los que ver, pasear, hablar, jugar, estudiar, descubrir, probar, experimentar...eran nuestras mayores preocupaciones. Estar con mis amigos y obtener de mis padres lo que quisiera. La plaza del pueblo, el paseo de las Moraillas, la carretera hasta llegar a la piscina..., esa feria en la que una vez al año nos juntábamos de vacaciones todos al compás del sofocante calor de Agosto y travesuras como saltar las señales de tráfico que acotaban el recinto ferial, entonces en plena plaza central del pueblo. Las primeras borracheras, inocentes, con unas dos copas o cervezas ya caíamos..., los primeros arrumacos y besos a hurtadillas y en secreto..., búsqueda completa de lo nuevo, dónde cualquier novedad nos aceleraba la curiosidad por conocerla. El aprendizaje de montar en bicicleta con barra, caerte y lo peor el golpe de esa barra entre las piernas.... Las charlas sobre la vida, lo de aquí y lo de más allá....¡Maravilloso!, nunca volverán, pasaron, pero los viví y para ratificarlo, de vez en cuando, en un rincón, en esa cajonera que tiempo hacía no mirabas, una foto, la foto, esta:
 |
¿Quién soy yo? |
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias, por comentar.