El inquietante saludo.
La expectación del encuentro ha creado una inquietud enorme en Lena, - ¿de dónde vienes?-, pregunta trémula la voz de la chiquilla e inmediatamente responde la criatura, - de 'No Sé Dónde'-. - ¿Y ese país en qué lugar se encuentra?, reacciona perpleja. - 'No Sé Dónde' está en no sé dónde-.
Esto último lo dijo el animalejo con tal firmeza que, aunque ella creía se burlaba, no se le ocurrió decirlo. ¡¿Cómo iba a existir una zona que se desconociera dónde estaba!?. Si existía, existía y en algún sitio. Prefiere no insistir y prosigue con curiosidad.
- ¿Cómo te llamas? - Me llaman Melbiadec - Un nombre muy bonito - Por el que me conocen, no más.
La situación por instantes se tensaba. Este ser tan peculiar, llamado Melbiadec, aparentaba no tener mucho entusiasmo por conocer a nuestra amiga.
- Yo me llamo Lena, pero nadie lo sabe.
Ante la actitud silenciosa de éste, la pequeña en un intento de animarse, continúa presentándose.
- Nací aquí y me gusta correr por el valle, sentir las flores, el agua, el aire, los animales..., - ¡Lena!, corta Melbiadec, - ¿¡hablas mucho y rápido!?, - Jo, es que hasta ahora nuca había hablado con nadie como tu. Bueno ya me callo si te molesto...
Confundida y con gesto de enfado, se da media vuelta y dirige a la orilla del río. Se distrae y juega con los juncos y el agua. Pasado un rato, se gira y, - ¡oh, ya no esta!-, el extraño personaje había desaparecido. - ¡Qué desagradecido y maleducado¡-, piensa, - ¡irse sin despedirse!.
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